Enorgullecerse de una marca, creyendo que los demás no la pueden romper, es una vanidad estúpida. Y, si la pueden romper, no hay, en esa marca, nada especial.
Mi correr era muy sencillo. Estaba fuera de mí mismo
A partir de cierto punto no hay retrorno. Este es el punto que hay que alcanzar.
No fui lo suficientemente talentoso para correr y sonreír al mismo tiempo.
Aprenderé a tener un mejor estilo cuando se juzguen las carreras de acuerdo a su belleza.
Las cosas están mal cuando palabras como amor�?�nos suenan cursis en la era espacial.
¿No llevamos un ritmo demasiado lento?