La vida de una estrella de acción es muy corta. Quiero ser un actor como Robert De Niro, como Dustin Hoffman o Clint Eastwood, que a sus 70 y 80 años todavía pueden actuar.
El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia.
Mi forma de bromear es decir la verdad. Es la broma más divertida.
Sería genial poder pasar a otra todos los éxitos, los fracasos, y el conocimiento que uno ha tenido. Para ayudar a que alguien, que evite todo el fuego, el dolor y la ansiedad. Sería maravilloso.
Hay que trabajar ocho horas y dormir ocho horas, pero no las mismas.
Juegos Olímpicos para mí es el amor, la paz, unidos.
De repente, tengo unas ganas tremendas de rodearme con el aura del arte clásico y romántico.
Todo el mundo tiene talento, es sólo cuestión de moverse hasta descubrirlo.
La Biblia está cargada de acción, el Corán también, incluso Buda tuvo unos momentos de suspense en su vida. A pesar de eso, cuando hacemos películas de acción, nos consideran máquinas de hacer dinero sin ningún valor y eso no es verdad. Hay mucho arte en lo que hacemos. Yo pienso que las películas tienen una fuente moral en la que el bien vence al mal.
Cuando estás en la cima y vas al desfile, todo el mundo te lanza lirios de agua y lilas en la cabeza. Pero cuando los desfiles han pasado y hay una tormenta en el corazón, hay muy pocas personas que van a sentarse y escuchar tus lamentos.