No necesito conocer quien es mi oponente. Vengo de la Lucha libre, y nunca conocía que iba a pasar. Los torneos de lucha libre funcionan así: Te levantas, conduces hasta el estadio, te pesas y tomas el desayuno. Vuelves, haces un paréntesis a tus nervios y vas a competir. No tienes ni idea de quien estará al otro lado.