Yo creo que gracias a que soy cristiano es fácil para mí ser un atleta del más alto nivel. Porque gracias a mi fe yo no caigo en muchas tentaciones que están ahí, como puede ocurrir a otros compañeros que no tienen profundas creencias religiosas. No importa cuán grande llegue a ser mi nombre, porque gracias a Dios yo seguiré siempre siendo el mismo Asafa Powell de siempre.