El baloncesto no es sólo ganar, que es importante, también es un medio para descubrir valores que sirven en la vida: constancia, formación de nuestros jóvenes, compromiso, respeto... Creo que la responsabilidad de los entrenadores va más allá de enseñar técnica y táctica, sobre todo cuando se trata de las categorías de base y de formación. Tenemos una responsabilidad grande en la formación de personas.