(Mourinho) era tan bueno que yo hice con él algo que no hago nunca: durante algunos partidos lo invité a que tomara decisiones tácticas. Y lo hizo muy bien. Luego decidió seguir conmigo de segundo, pudiéndose marchar a otros clubes. Creo que aprendió algunas cosas de mí, pero nunca imaginé que llegaría a convertirse en el entrenador que es hoy.