Katy: Al principio, cuando entré en este negocio, andaba aquí y allá y oía a chicas o actrices o músicas o qué sé yo, que decían: "No quiero tener una relación porque no quiero tener que escoger entre la relación y una carrera". Y yo pensaba: "Cuando yo encuentre a la persona que va a ser mi pareja, nunca tendré que escoger porque me aceptará completamente por quién soy. No es que yo pueda hacer todo lo que quiera pero no se sentirá amenazado ni tendrá motivos raros. Me va a aceptar a mí, las cosas que me encantan, mi ambición, lo que aspiro a ser, lo que quiero crear... Será tolerante y me apoyará".
Y entonces me di cuenta: Dios mío no es cierto. El cuento de hadas en el que creía no es cierto para mi ahora. Entrevistador: Pero todavía lo extrañas. Katy: Sí. No quiero llorar. (Llora)...Te diré la verdad... Es que soy una romántica y creo en este cuento de hadas. Y en cierto sentido, creo que siempre me ha servido porque si puedes creer en algo grande, puedes lograr algo grande. Eso creo con respecto a todo desde mi carrera a mi vida personal, todo. Y haré todo lo necesario para no fracasar. E hice todo lo necesario, pero fracasé. Lo malo que acompaña a lo bueno es un viaje, y aprendí muchísimo de ese viaje