Yo he jugado con un 4-3-3 en el Ajax, con un 2-3-2-3 en el Barcelona, y en el AZ puedo utilizar el 4-4-2. Soy flexible. En cuanto a mi filosofía, sigue siendo la misma.
El entrenador es la referencia del equipo, pero la relación debe ser abierta, al igual que la mente de cada jugador. Todo el mundo debe hacer lo mismo, tirar en la misma dirección, para contribuir a alcanzar el objetivo que se persigue.
Intento crear para mis jugadores una atmósfera protectora, para que puedan comunicarse entre ellos, para que no sólo se expresen como jugadores, sino también como seres humanos.
El Real Madrid, como club del general Franco, estaba acostumbrado, antes de que la democracia llegara a España, a conseguir a quien quería y hacer lo que le daba la gana.
Los jugadores de hoy no se parecen a los de hace 25 años. Mentalmente, no son igual de fuertes que antes porque se han criado en un entorno más fácil. Les encanta pensar que vienen de la clase obrera, pero no es la clase obrera que yo conocí.
El Everton es un gran club, no uno pequeño como arrogantemente ha dicho Benítez.
En 1969 dejé las mujeres y el alcohol. Fueron los peores 20 minutos de mi vida.
Nunca salía por la mañana con la intención de emborracharme, sólo sucedía
Si Argentina, Inglaterra, Alemania o España me llaman, allí estaré.
No hay que dejar pasar demasiado tiempo sin fichar. Esto crea un exceso de comodidad.