Si tienes tiempo para respirar, tienes tiempo para meditar.
Nuestras buenas y nuestras malas acciones nos siguen casi como una sombra.
Los mejores entre vosotros son los que tratan mejor a sus esposas.
Si durante el día, no has tenido que pasar a través de algunas dificultades, puedes estar seguro que no estás viajando en el camino correcto.
Por el esfuerzo, la vigilancia, la disciplina y el dominio de sí, el sabio se crea una isla que la inundación no logra destruir.
Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos.
No importa que te amen o te critiquen, te respeten, te honren o te difamen, que te coronen o te crucifiquen; porque la mayor bendición que hay en la existencia es ser tú mismo.
Duda de todo. Encuentra tu propia luz.
Los carpinteros dan forma a la madera; los flecheros dan forma a las flechas; los sabios se dan forma a sí mismos.
Seamos sabios como el silencio, fuertes como el viento y útiles como la luz.