Michael Jordan siempre decía que había que jugar cada partido como si fuera el último de tu carrera. Podía haber un espectador en la grada que estuviera ahí para verte a ti y sólo tuviera esa oportunidad de hacerlo. En esta situación, lo mejor es seguir ese principio básico.
Mis compañeros en Miami creen que me necesitan y que necesitan que me recupere de la lesión, pero no es así. Esto es como cuando en Karate Kid, Daniel iba a ver al señor Miyagi porque necesitaba su ayuda y este le hacía ver que no la necesitaba y reforzaba su autoestima
Si tuviera un 80% de acierto en tiros libres seguramente sería un arrogante y no alguien humilde. Así que todo tiene su razón de ser
El trabajo físico que estoy haciendo este mes es un poco más duro que el que realicé el mes pasado. El trabajo que estoy realizando este año es más fuerte que el que realicé el año pasado. Y el trabajo que ahora es definitivamente más duro que el que hacía hace 10 años
Sólo deseaba que estuviera Anna Kournikova (Tras tirarse a la grada para salvar un balón)
Me gustaría que la gente se refiriese a mi como El Gran Aristóteles porque Aristóteles dijo una vez que la excelencia no es un acto singular sino un hábito y tu eres lo que haces repetidamente
La parte más importante de la profesión reside en la písta de entrenamiento, no en el partido. Llegas a cierto punto en que has de confíar en los jugadores para traducir a la acción lo que han aprendido.
Cuando una organización de éxito resulta infectada por la enfermedad del yo las personas que generan el 20 por ciento de los resultados empiezan a creer que merecen el ochenta por ciento de las recompensas.
Estoy jugando contra grandes jugadores, jugando contra los mejores del mundo. La competición - Eso es lo que siempre he querido.
Probablemente le podemos echar la culpa al tanga que llevaba puesto Shaq antes del partido. En cierta manera, creo que ha traumatizado a todo el mundo que estaba en el vestuario.