No soy el mejor del mundo, pero creo que no hay nadie mejor que yo.
Ni pagándome mil millones iba a ir al Madrid. Porque no iba a ser feliz. No soy un chico de prometer cincuenta goles, lo que puedo prometer es correr como un negro para mañana vivir como un blanco.
Mi equipo ideal es aquel en el que, en cualquier momento y en cualquier situación, todos los jugadores piensan de la misma manera.
El fútbol me salvó de las drogas y de la delincuencia
Tampoco Jesucristo era simpático para todos, así que imagínate yo.
Me gustaría decirles que nos apoyen al máximo y que confíen en nosotros, porque el equipo lo dará todo para lograr el título
Correre como un negro para mañana vivir como un blanco.
Algo que para mí es muy claro, es que para asumir el control del juego hace faltar tener el balón. Disfrutar de él. Mi idea táctica principal pasa por tener la pelota. Quiero una alta circulación de balón y, para que eso acontezca, los jugadores deben saber que, en determinada posición, está un compañero.
Mis equipos no tienen miedo a perder y un equipo que no teme perder ganará más partidos y jugará mejor que uno que sí.
En el fútbol tienes que demostrar tu categoría cada día, en cada partido. No sé por qué, pero la verdad es que la emoción y la motivación aumentan durante una Copa Mundial