Aunque haya religiones diferentes, debido a distintas culturas, lo importante es que todas coincidan en su objetivo principal: ser buena persona y ayudar a los demás.
No debemos creer demasiado en los elogios. La crítica a veces es muy necesaria.
El enojo es uno de los problemas más serios que el mundo enfrenta hoy.
La compasión es la raíz de todas las formas de veneración.
Creo en la determinación humana. A lo largo de la historia se ha comprobado que la voluntad humana es más poderosa que las armas.
No tiene sentido estar apegado exclusivamente a esta vida, ya que por muy larga que sea, no podemos vivir más de determinada cantidad de años. Por eso no importa cuánta riqueza o recursos acumulemos en esta vida. En ese momento no nos servirán de nada.
La bondad o la maldad de los actos la determina su fruto.
Casi todas las cosas buenas que suceden en el mundo, nacen de una actitud de aprecio por lo demás.
Nuestra religión es simple: no existen templos ni complicadas filosofías.
Honrar a Dios es fundamental, pero también lo es respetar a nuestro prójimo. De hecho la verdadera adoración a Dios es posible cuando uno respeta a su prójimo.