El soldado bisoño lo cree todo perdido desde que es derrotado una vez.
No somos indios ni europeos, sino una especie media entre los legítimos propietarios del país y los usurpadores españoles: en suma, siendo nosotros americanos por nacimiento y nuestros derechos los de Europa, tenemos que disputar éstos a los del país y que mantenernos en él contra la invasión de los invasores.
Si un hombre fuese necesario para sostener el Estado, ese Estado no debería existir; y al fin no existiría.
Primero el suelo nativo que nada. Nuestra vida no es otra cosa que la herencia de nuestro país.
Los legisladores necesitan ciertamente una escuela de moral.
Las buenas costumbres, y no la fuerza, son las columnas de las leyes; y el ejercicio de la justicia es el ejercicio de la libertad.
Venezuela no solo hace telenovelas, también relatos épicos.