Si tienes miedo a perder, no mereces ganar.
Un campeón se define por las dificultades que supera.
Nunca midas la altura de una montaña hasta que no hayas llegado a la cumbre. Entonces verás que no era tan alta como pensabas.
Esto no es solamente para demostrar algo. Tienes que trabajar duro. Esto no es sobre divertirse. Esto es serio. Es una de estas cosas que o te rompe o te hace más fuerte.
Es necesario tratar de superarse siempre; esa tarea debe durar toda la vida.
Ganar o perder un partido depende de las ganas que tengas de jugar el último tanto.
Pensar positivamente es un hábito. Como cualquier otra cosa, se va mejorando con el tiempo.
Yo siempre tengo miedo. Y tengo nervios. El truco es: No tengas miedo de tu miedo. Nunca debes tener miedo de sufrir ansiedad o miedo, porque estos sentimientos son una parte natural de la lucha. En todos los sitios, este miedo hace que tus emociones en la lucha sean mejores. Luchadores que nunca han tenido miedo o nervios no llegan lejos, porque les falta una parte fundamental de la mente. El juego no te llevará la cima. El miedo te la da.
Mi mejor virtud es la persistencia. Nunca me rindo en un partido. Por muy abajo que vaya, peleo hasta la última bola.
Para concentrarme en los partidos he de olvidarme de cualquier otra cosa... solamente pienso en lo que tengo que hacer AHORA, en el court. Yo tengo que ganar este punto, y cuando lo haga, tengo que ganar el próximo... aún si una pelota parece imposible, debo ir detrás de ella y tratar de devolverla.