Admiramos las cosas por motivos, pero las amamos sin motivos.
La finalidad de la vida es la apreciación: no tiene sentido no apreciar las cosas, y no tiene sentido poseer más cantidad de ellas, si no se las aprecia.
La única simplicidad que vale la pena de conservar es la del corazón, la simplicidad que acepta y goza.
El placer más grande que existe en esta vida es hacer lo que la gente dice que no puedes conseguir
Mientras las cosas son realmente esperanzadoras, la esperanza es un nuevo halago vulgar: sólo cuando todo es desesperado la esperanza empieza a ser completamente una fuerza.
Las vidas de los ricos son en el fondo tan aburridas y monótonas, sencillamente porque ellos pueden escoger lo que ha de sucederles. Están aburridos porque son omnipotentes... La cosa que mantiene la vida romántica y llena de ardientes posibilidades es la existencia de esas grandes limitaciones vulgares que nos obligan a todos a enfrentarnos a las cosas que no nos gustan o que no esperamos.
El fin de tener una mente abierta, como el de una boca abierta, es llenarla con algo valioso.
La intolerancia puede ser definida aproximadamente como la indignación de los hombres que no tienen opiniones.
El gobierno no descansa en la fuerza, el gobierno es la fuerza; descansa en el consentimiento, o en una concepción de la justicia.
No hay gente ineducada. Todo el mundo lo está; sólo que mucha gente está mal educada.