Cuando se deja de creer en Dios, enseguida se cree en cualquier cosa.
Lo que se llama un vestido atrevido no es más que un vestido un poco más convencional que los demás.
Los ángeles pueden volar porque se toman a sí mismos a la ligera.
Donde acaba la biología comienza la religión.
Un joven puede guardarse del vicio pensando continuamente en la enfermedad. Puede guardarse de él pensando continuamente en la Virgen María. Podréis discutirme cuál de los dos métodos es más razonable, o hasta cuál es el más eficaz. Pero no puede haber discusión ninguna sobre cual es el más sano.
No puedes hacer una revolución para tener la democracia. Debes tener la democracia para hacer una revolución.
La iglesia nos pide que al entrar en ella nos quitemos el sombrero, no la cabeza.
La respuesta a cualquiera que hable de "exceso de población" es preguntarle si él mismo es parte de ese exceso de población, o si no lo es, cómo sabe que no lo es.
Las cosas pequeñas, si se ponen muy juntas, son más grandes que las grandes.
En todo aquello que vale la pena de tener, incluso en el placer, hay un punto de dolor o de tedio que ha de ser sobrevivido para que el placer pueda revivir y resistir.