No deis por hecho nada que digan los textos sagrados,los maestros realizados o yo mismo, no lo admitais sin experimentarlo personalmente. Solo entonces, cuando todo vuestro ser este seguro de ello, aceptadlo.
No hay incendio como la pasión: no hay ningún mal como el odio.
Tu peor enemigo no te puede dañar tanto como tus propios pensamientos. Ni tu padre, ni tu madre, ni tu amigo más querido, te pueden ayudar tanto como tu propia mente disciplinada
Mejor es una simple palabra de la ley que serene a quien la escuche que mil versos inútiles.
Domina tus palabras, domina tus pensamientos, no hagas daño a nadie. Sigue fielmente estas indicaciones y avanzarás en el camino de los sabios
El insensato que reconoce su insensatez es un sabio. Pero un insensato que se cree sabio es, en verdad, un insensato.
No hay incendio como la pasión, no hay ningún mal como el odio.
Programa para hoy: espirar, inspirar, espirar.
La vigilancia y la lucidez son los senderos de la inmortalidad. Los que vigilan no mueren. La negligencia es el sendero de la muerte. Los negligentes son como si ya estuvieran muertos.
La reflexión es el camino hacia la inmortalidad (nirvana); la falta de reflexión, el camino hacia la muerte.