El tren de carga me enseñó cómo gritar. El grito del conductor fue mi canción de cuna. Tengo el blues del tren de carga. Oh Dios nena, lo tengo hasta el fondo de mis zapatos de errante.
El que no está ocupado naciendo está ocupado muriendo.
No dejes que cambie mi corazón, mantenme separado de los planes que ellos persiguen...Y a mí, a mi no me importa el dolor, no me importa la violenta lluvia, sé que puedo aguantar porque creo en ti.
(...) Pero si no voy a tener a Corrina, la vida no significa nada para mí. Corrina, Corrina, chica, tú estás en mi pensamiento. Corrina, Corrina, chica, tú estás en mi pensamiento. Estoy cantándote y pensando en ti, nena, no puedo ocultar mi llanto.
Para mí, el rock es algo espiritual.
Di mi belleza y mi juventud a los hombres. Ahora doy mi sabiduría y mi experiencia, lo mejor de mí, a los animales.
Si te detienes cada vez que un perro ladra, nunca llegarás al final de tu camino
Que brille tu luz, que brille tu luz sobre mí, sabes que no podría hacerlo solo, pues estoy demasiado ciego para ver.
Las circunstancias son las reglas para el débil y herramientas para el sabio.
La música constituye una revelación más alta que ninguna filosofía.