La música puede cambiar al mundo porque puede cambiar a las personas.
El genio se compone del dos por ciento de talento y del noventa y ocho por ciento de perseverante aplicación.
Con hombres que no creen en mí, no puedo ni quiero asociarme.
Ansío verte a la luz de la mañana, ansío tenerte cerca por la noche, quédate, dama, quédate, quédate mientras nos quede algo de noche.
¡No venga más a mi casa! ¡Es un perro falso y a los perros falsos los lleve el desollador!
La paz no se vende.
Que tus manos siempre estén ocupadas, que tus pies siempre sean veloces y que tengas una fuerte base para cuando el viento cambie de golpe... Que tu corazón siempre esté alegre, que tu canción sea siempre cantada.
Cuanto menos sabe, más cree.
Estoy aquí fuera, a mil millas de mi casa, andando un camino en que otros hombres han sucumbido.
¿Con quién debo temer el medir mi fuerza?