Ninguna pasión elimina tan eficazmente la capacidad de actuar y de razonar de la mente como lo hace el miedo.
Cualquiera puede simpatizar con las penas de un amigo, simpatizar con sus éxitos requiere una naturaleza delicadísima.
La tragedia de la vejez no es que uno sea viejo, sino que uno es joven.
No hay beso que no sea principio de despedida; incluso el de llegada.
El silencio es la más perfecta expresión del desprecio.
Las circunstancias son las reglas para el débil y herramientas para el sabio.
Las mujeres han sido hechas para ser amadas, no para ser comprendidas.
Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo.
Las preguntas no son nunca indiscretas. Las respuestas, a veces sí.
Si es seguro que lo vas a conseguir ya no es un reto.