Mis padres me enseñaron tres cosas fundamentales: que para poder estar orgulloso de tí mismo y ser alguien hace falta trabajar; que es preciso actuar con seriedad; y que debes respetar a los demás para recibir respeto a cambio. Trabajo, seriedad y respeto. "Si haces estas tres cosas, podrás ser alguien en la vida", me dijeron.
No quiero ser una estrella; prefiero ser un buen ejemplo para los niños.
La batalla más difícil la tengo todos los días conmigo mismo.
Las batallas contra las mujeres son las únicas que se ganan huyendo.
La envidia es una declaración de inferioridad.
No hay distancia que no se pueda recorrer ni meta que no se pueda alcanzar.
La timidez me ha ayudado a triunfar.
Mis padres me educaron dándome cariño y protección.... Y eso que mi padre nunca me expresó su amor con palabras, nunca me dijo: Te quiero. Y, sin embargo, yo sabía que me quería más que a nada.
Lo imposible es el fantasma de los tímidos y el refugio de los cobardes.
No soy un dios, sólo soy un futbolista.