¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.
Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo.
No se deja de pedalear cuando se envejece, se envejece cuando se deja de pedalear
La memoria es la inteligencia de los tontos.
Cada día sabemos más y entendemos menos.
Sólo el hombre íntegro es capaz de confesar sus faltas y de reconocer sus errores.
Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas.
Tengo una pregunta que a veces me tortura: estoy loco yo o los locos son los demás.
Si haces lo que no debes, deberás sufrir lo que no mereces.
El azar no existe; Dios no juega a los dados.