¿Cómo te sientes tras un día ultraproductivo? ¿Cómo te sientes cuando has dado lo mejor de ti, la has pasado bien con tus compañeros de trabajo y te haz esforzado ese poquito más con tus clientes? ¿Cómo te sientes cuando has puesto el corazón en lo que haces para ganarte la vida? ¿Cómo te sientes cuando has tendido la mano hacia tus mayores objetivos y los has aferrado?
Puede que estés viendo las cosas a través de los ojos de tus miedos, limitaciones y falsas asunciones. Una vez hayas limpiado el cristal de la ventana a través del cual contemplas el mundo, ¿Sabes que pasará? Pues que aparecerá todo un nuevo conjunto de posibilidades. Recuerda: vemos el mundo no como es, sino como somos.
Los miedos que no controlas te controlan.
Recuerda que no hay juego en el que puedas ganar si no juegas.
Nadie quiere fracasar por ello la mayoría de nosotros ni siquiera lo intenta.
Los seres humanos se movilizan cuando alguien moviliza sus emociones.
Maldecía el hecho de no tener zapatos hasta que conocí a un hombre que no tenía pies Eso es lo que dice un proverbio persa. Es una frase que me provoca escalofríos. Fuera quien fuese el que la escribió, sabía de qué se trataba. Resulta muy fácil caer en la muy humana trampa de centrarnos en aquello de lo que carecemos en lugar de dar gracias por lo que tenemos.
Si no actúas sobre la vida, ella actuará sobre ti. Los días se convertirán en semanas y las semanas en meses�?� Antes de que te des cuenta, tu vida habrá acabado.
Pequeñas decisiones conducen -con el tiempo- a grandes consecuencias.
Invertir en aprender y en mejorar tus aptitudes a niveles de campeonato es la mejor inversión que harás nunca.