El talento depende de la inspiración, pero el esfuerzo depende de cada uno.
Tenemos que ser audaces, salir al campo y hacer las cosas, no sentarnos y esperar a que suceda. Tenemos que demostrar lo que podemos hacer y que merecemos ganar el título. Tenemos que ser valientes y salir a jugar...
Ni pagándome mil millones iba a ir al Madrid. Porque no iba a ser feliz. No soy un chico de prometer cincuenta goles, lo que puedo prometer es correr como un negro para mañana vivir como un blanco.
Si perdemos, continuaremos siendo el mejor equipo del mundo. Si ganamos, seremos eternos.
Yo soy como soy, tengo mi manera de funcionar. No voy a cambiar y no quiero cambiar.
Aun necesito mejorar.
El dinero te permite vivir mejor, pero no es lo que me inspira, yo vivo para jugar a fútbol no por sus beneficios económicos, además juego por el equipo y no para mí mismo.
Soy un feo simpático que con el tiempo acaba siendo guapo. En el conjunto, al final, parezco guapo.
Mi mayor ídolo es mi hermano. Él es un ejemplo de padre, de hermano y de jugador.
Aprendo hasta de los niños en la playa; quizá porque mi fútbol es algo infantil, me divierto como un niño.