Mi peor rival es el próximo.
Yo no creo que podamos permitirnos cambiar nuestro juego sólo por un oponente en particular con el que jugamos.
Lo que más satisfecho me deja es la evolución, superar una situación complicada y estar en semifinales sin haber jugado el mejor torneo. Hoy he jugado a muy buen nivel, pero me quedo con la actitud de todos los días, la de sin encontrar soluciones seguir creyendo que las voy a encontrar.
Para que una final de Roland Garros sea especial tiene que estar Rafa Nadal.
Sólo tengo 25 años y parece que llevo jugando 100.
He aprendido a disfrutar sufriendo.
Una vez que pasas por todo eso, eres un jugador distinto.
No me siento un perdedor, me siento bien. Sé que suena extraño, porque la gente está acostumbrada a que yo gane.
Soy una perfeccionista. Soy insaciable. Siento que hay tantas cosas que puedo mejorar
No he esperado 27 años, porque hace 27 años acababa de nacer. Mis padres nunca me dijeron, Si no ganas Roland Garros te llevamos al orfanato?