Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir siempre.
No le temas al fracaso, que no te hará más débil, sino más fuerte.
Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos.
Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego.
Para crear una paz interior, lo más importante es la práctica de la compasión y el amor, la compresión y el respeto por los seres humanos. Los más poderosos obstáculos para ello son la ira y el odio, el temor y el recelo. De modo que, mientras la gente habla de desarme en el mundo entero, cierto tipo de desarme interno es prioritario.
Quien se transforma, transforma el mundo.
La batalla más difícil la tengo todos los días conmigo mismo.
Cometemos errores cuando las emociones la invaden y nos conducen a las malas acciones.
Aunque no sabemos lo que nos depara el futuro, debemos siempre hacer algo por la vida a favor de otros.
La tolerancia y la paciencia son mucho más profundas y efectivas que la mera indiferencia.