La vida no es una tecnología, ni una ciencia. La vida es un arte, has de sentirla. Es como el caminar por una cuerda floja.
Sería muy poco feliz si pudiera decir hasta qué punto lo soy.
Aprendiendo a morir sea prende a vivir mejor.
Quien crea que su propia vida y la de sus semejantes está privada de significado no es sólo infeliz, sino que apenas es capaz de vivir.
Suavizar las penas de los otros es olvidar las propias.
Nunca conseguirás seguir adelante si siempre piensas en la venganza.
La verdadera felicidad consiste en hacer el bien.
Los que obran bien son los únicos que pueden aspirar en la vida a la felicidad.
No hay cosa que sea suficiente para aquel que no quede satisfecho con poco.
El bien de la humanidad debe consistir en que cada uno goce al máximo de la felicidad que pueda, sin disminuir la felicidad de los demás.