Los errores son siempre perdonables, si se tiene la valentía de admitirlos.
El talento gana juegos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos.
Puedo aceptar el fracaso, pero no puedo aceptar no intentar.
No cuento todas las abdominales que hago. Yo solo cuento cuando empiezan a dolerme. Por que esas son las que realmente cuentan. Las que me hacen ser el campeón que soy
Aun necesito mejorar.
Debes realizar por lo menos un movimiento diario que te acerque un poco más a tu meta.
El dinero te permite vivir mejor, pero no es lo que me inspira, yo vivo para jugar a fútbol no por sus beneficios económicos, además juego por el equipo y no para mí mismo.
Detesté cada minuto de entrenamiento, pero me dije: No renuncies, sufre ahora y vive el resto de tu vida como un campeón.
Tienes que dar el 125 por ciento. Pon el corazón y el alma en ello; aprende a tener una actitud positiva y ganadora. No aceptes la derrota, pero aprende de ella.
Soy un feo simpático que con el tiempo acaba siendo guapo. En el conjunto, al final, parezco guapo.