Un combatiente debe alcanzar un buen nivel de capacidad técnica antes de que pueda aplicar las tácticas con éxito.
La vida es la gran maestra y nosotros debemos estar constantemente aprendiendo.
La simplicidad es la clave de la brillantez.
Cada movimiento supone la coordinación de manos, pies y cerebro.
Conocerse a sí mismo es estudiarse a sí mismo en acción con otra persona.
La realidad se hace evidente cuando dejamos de comparar.
El entrenamiento no trata con un objeto, sino con el espíritu humano y con las emociones humanas.
Cuando usted está aprendiendo un arte marcial, se trata de respeto.
No te establezcas en una forma, adáptala y construye la tuya propia, y déjala crecer.
Vivir teniendo la no limitación como limite.