Hay que luchar y seguir luchando aunque solo sea previsible la derrota.
Coraje. Comenzando la jornada con esta palabra, y siguiendo con la fe en dios, llegarás hasta donde necesitas.
Todo parece imposible hasta que se hace.
Lograríamos muchas más cosas si no pensáramos que es imposible.
El fracaso nunca será definitivo, si la determinación de alcanzar el éxito es tan fuerte que no se acaba ni se disminuye.
Demasiadas personas se pasan más tiempo concentradas en sus debilidades que desarrollando sus puntos fuertes. Al concentrarse en lo que no tienen, olvidan los talentos que sí tienen.
La razón teme la derrota, pero la intuición disfruta la vida y sus desafíos.
Hay un cierto grado de satisfacción en tener el valor de admitir los errores propios. No sólo limpia el aire de culpa y actitud defensiva, sino que a menudo ayuda a resolver el problema creado por el error.
Los obstáculos son necesarios para el éxito.
A fuerza de construir bien, se llega a buen arquitecto.