La mayoría de las personas son como una hoja cayendo, que es llevada por el viento, gira y revolotea en el aire y después cae al suelo. Pero unos cuantos son como estrellas que viajan por una trayectoria definida: ningún viento los alcanza y tienen dentro de sí mismos su guía y destino
Estamos en este mundo para convivir en armonía. Quienes lo saben no luchan entre sí.
La esencia de la vida espiritual está formada por nuestros sentimientos y nuestras actitudes hacia los demás.
Todas nuestras vidas empezaron con el afecto humano como primer soporte. Los niños que crecen envueltos en afecto, sonríen más y son más amables. Generalmente son más equilibrados.
El insensato que reconoce su insensatez es un sabio. Pero un insensato que se cree sabio es, en verdad, un insensato.
La muerte nos iguala a todos. Es la misma para un hombre rico que para un animal salvaje.
Tu deber es descubrir tu mundo y después entrégate con todo tu corazón.
El odio no disminuye con el odio. El odio disminuye con el amor.
Mejor una palabra que serene a quien la escucha que mil versos absurdos.
Cuando dudo de mi existencia, me pellizco.