Para jugar al fútbol no se debe sufrir. Lo que se hace sufriendo no puede salir bien.
Cuando vas ganando 4-0 y quedan 10 minutos de partido, es mejor dar al poste un par de veces para que el público grite "ooooh". Siempre me ha encantado ese sonido cuando la pelota da con fuerza al poste...
No me gusta perder a nada y trato de ser una ayuda para ganar. Siempre lo digo: salgo al campo pensando en ganar, no en meter muchos goles.
Siempre pensé que quería jugar profesionalmente, y siempre supe que para hacer eso tendría que hacer muchos sacrificios. He hecho sacrificios al dejar Argentina, dejando a mi familia para empezar una nueva vida. He cambiado mis amigos, mi gente. Todo. Pero todo lo que hice, lo hice por el fútbol, para lograr mi sueño.
A los políticos les saco una ventaja. Ellos son públicos, yo soy popular.
Había partidos en que no agarraba una, pero siempre estuve consciente de que yo era el crítico número uno conmigo mismo. De querer tirar todo, nunca. Sabía que mi sueño era jugar en primera, que iba a pelear por eso y que lo iba a conseguir.
Boca tiene menos definición que la televisión que teníamos en Fiorito.
Si el equipo contrario tiene un jugador inteligente que se desmarca muy bien, siempre optamos por la solución más sencilla: que no le marque nadie. Si no le marca nadie, no se desmarcará.
Siempre me ha gustado realmente el fútbol, y siempre he dedicado mucho tiempo a ello. Cuando era niño, mis amigos me llamaban para salir con ellos, pero me gustaba quedarme en casa porque tenía entrenamiento al día siguiente. Me gusta salir, pero tienes que saber cuando se puede y cuando no se puede.
No quiero generalizar pero veo personas cubriendo la Copa del Mundo que no están preparados para eso